La Felicidad Está en el Sol

¿Cuál es el sentido de la vida? ¿Divertirse? ¿Trascender como persona publica? ¿Procrear para que la especie subsista? ¿Ser feliz?

Amigo lector, hay un problema de raíz en este gran y recurrente debate filosófico que radica en el simple, ingenuo y erróneo hecho de aceptar la premisa de la existencia de sentido alguno. La vida no tiene sentido.

El hombre, desde sus inicios, ha tratado de rellenar, inconcientemente, ese vacío existencial, es decir, darle un sentido a la vida.

Bien podría ser el objeto de la vida de una persona acariciar desesperadamente una sandía.

Vale aclarar que el hombre se ve sujeto a ciertas restricciones mundanas a la hora de seleccionar el sentido de su vida de ese amplio y liberal abanico de alternativas, un parámetro que lleva consigo, siempre, una restricción fisiológica, para mantenerse con vida debe alimentarse, y para alimentarse necesita dinero, y para contar con dinero necesita trabajar, y para trabajar necesita estudiar. Probablemente algunos al leer esa ultima oración habrán considerado el robo y la autosatisfacción, dejando de lado el robo -ya que no considero en el escrito un estado de caos- y la autosatisfacción -al no obtener de ella la totalidad de materiales, objetos y servicios que también anhelamos-.

¿Que es la felicidad? Se dice que la felicidad es un concepto abstracto, intangible, un estado anímico que una persona afirma experimentar.

Lo cierto es que la felicidad es un objetivo el cual el hombre persigue, constantemente, es decir, nunca es alcanzado, no al menos en la realidad, justamente por ser designado como sentido de la vida, ya que en ese caso la vida culminaría. Si alguien afirma haber alcanzado la felicidad evidentemente es porque cumplió el sentido de la vida y ya no tiene más nada que hacer en este mundo.

La felicidad nunca es un objetivo alcanzado, sino un objetivo perseguido, no es una meta sino un camino, un camino infinito.

Entonces, ¿puede un humano ser feliz o perseguir la felicidad desde la sabiduría? ¿Puede un humano ser feliz sabiendo de los chicos que sufren y mueren de hambre? ¿O conociendo la existencia de las guerras? ¿o estando al tanto del sufrimiento de cada uno de sus colegas? Evidentemente la respuesta es negativa, es por eso que la ignorancia es felicidad. El ignorante o la persona que, sabiendo de su existencia, evita la realidad, la esconde debajo de la alfombra, persigue plenamente la felicidad. Basta con ver la sonrisa de los niños, en esa etapa de la vida estabamos tan aislados de la realidad que eramos "felices".

Es difícil escribir sobre uno mismo.. por eso prefiero escribir sobre una mesa. 

Personalmente prefiero ver todas las caras de la moneda, el camino difícil, conocer la realidad objetiva y desde allí, progresar.

No importa el objetivo, el resultado, el trofeo, lo importante, lo valorable, es la nobleza de los recursos utilizados en el tránsito, el énfasis en el proceso de intentarlo, la dignidad con que recorrí el camino en la búsqueda del objetivo. El éxito es el premio del esfuerzo para conseguirlo. La verdadera felicidad es la de seguir intentando conseguirla. La felicidad no es un destino, sino un viaje. (La felicidad está en el sol, ese desgaste justifica tu estadía)

¿Y ustedes? ¿Qué opinan? ¿Coinciden con lo narrado? ¿Creen que la vida tiene sentido? ¿Se lo han planteado alguna vez? En caso afirmativo, ¿Cuál es el sentido que le dan a la vida? ¿Creen que la felicidad es un estado o un trayecto? ¿Les gustó el escrito?